El reciente ataque de India contra objetivos en Pakistán ha intensificado las tensiones en la región en disputa, exacerbando el conflicto entre Delhi e Islamabad, dos naciones con capacidad nuclear y una historia de enfrentamientos prolongados. La acción militar subraya el delicado equilibrio y la volatilidad en esta área del subcontinente, donde ambos países han librado conflictos en el pasado y donde las fricciones políticas y militares continúan afectando la estabilidad regional.
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