Margarita Simonián, conocida en Occidente como «la Goebbels con falda», ha presentado un nuevo ejército de presentadoras virtuales creadas mediante inteligencia artificial para reforzar la maquinaria de propaganda del Kremlin. Estas figuras, que no existen en la realidad, han sido diseñadas para transmitir mensajes favorables al régimen de Putin en múltiples idiomas, sin errores ni necesidad de descanso. Esta estrategia, según expertos, representa un desafío creciente en la batalla contra la desinformación, ampliando las herramientas de agitación y propaganda rusas. Simonián, al frente de RT desde los 25 años, ha estado vinculada a polémicas campañas mediáticas desde la anexión de Crimea en 2014, consolidándose como una pieza clave en la guerra informativa de Rusia. Recientemente sancionada por Estados Unidos, su salario anual supera con creces al del propio Putin, simbolizando su poder e influencia en la proyección global de la narrativa del Kremlin.
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