El presidente Yoon se vio obligado a ofrecer disculpas después de que la oposición política, en un movimiento unánime, lograra revocar un controvertido decreto que ellos calificaron como un intento de secuestrar la democracia en el país. Este revés para el gobierno se produjo tras intensas críticas y manifestaciones por el plan del mandatario, lo que llevó al ejecutivo a dar marcha atrás. Esta decisión ha sido vista como una victoria significativa para los partidos opositores, quienes alertaron a la ciudadanía sobre los peligros que representaba dicha medida para las instituciones democráticas y el estado de derecho.
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