Los millennials, nacidos entre 1982 y 1994 y conocidos como nativos digitales, dominan el panorama actual al ser los principales solicitantes de préstamos y créditos. Utilizan Internet como la herramienta clave para gestionar sus finanzas, alineándose con la transformación tecnológica que ha remecido al sector financiero. Las entidades bancarias tradicionales han evolucionado hacia la digitalización, adaptándose a este nuevo entorno. La aplicación bancaria más popular en España, Revolut, ha superado las 2,5 millones de descargas, reflejando esta tendencia digital. Sin embargo, cuando se trata de solicitar un préstamo online rápido, los usuarios prefieren confiar en bancos bien establecidos.
Entre estas instituciones destaca Santander, con más de un siglo y medio en operación, liderando junto a BBVA y Caixabank el sector bancario español, respaldados por una sólida reputación de marca. Antes de embarcarse en el proceso de solicitud de un préstamo con estas entidades, es esencial que los usuarios comprendan claramente las condiciones y determinen si realmente necesitan un préstamo o si otro producto financiero podría ser más adecuado.
Es crucial diferenciar entre préstamos y créditos. Ambos proporcionan dinero adicional para diversos gastos, pero se estructuran de manera distinta. Un préstamo entrega la suma total solicitada de inmediato, mientras que un crédito establece un límite máximo del que se puede usar solo una parte o incluso nada. Este matiz es fundamental al decidir cuál opción elegir según las necesidades financieras individuales.
En la banca en línea, Santander Consumer se ha especializado en productos de financiación al consumo, proponiendo soluciones para cubrir gastos personales, como préstamos para reformas del hogar, financiar viajes o cubrir emergencias, todos gestionables sin la necesidad de una visita física a la entidad.
Los préstamos online han simplificado enormemente el proceso de solicitud, con pasos claros que permiten seleccionar el tipo de préstamo y los plazos de devolución, completar un formulario con información personal y firmar el contrato electrónicamente. Esto agiliza la concesión del préstamo, que además puede ser compartido por un titular y un cotitular, con un importe que puede alcanzar hasta 12.000 euros.
Santander también ofrece opciones para estudiantes que requieren financiación educativa, permitiendo la devolución en plazos flexibles de hasta 72 meses. Esta accesibilidad se ve complementada por un simulador de préstamos online, una herramienta que permite calcular las cuotas mensuales y otros costos asociados, ofreciendo transparencia y permitiendo a los usuarios tomar decisiones financieras informadas.
En definitiva, la evolución digital ha redefinido el acceso a los productos financieros, con los millennials liderando este cambio hacia una gestión más eficiente y accesible del crédito personal.