El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, enfrenta críticas por admitir el uso frecuente de herramientas de inteligencia artificial en sus funciones gubernamentales. Durante una entrevista con Dagens Industri, reveló que emplea plataformas como ChatGPT y LeChat para obtener segundas opiniones, lo que ha generado preocupación sobre la seguridad de la información y el apoyo a empresas privadas desde su cargo. Simone Fischer-Hübner, experta en informática, destacó los riesgos del uso irresponsable de IA, como la posibilidad de incluir información sensible en futuras respuestas. Pese a las afirmaciones del portavoz de Kristersson de que no se maneja información confidencial, críticos como la columnista Signe Krantz alertan sobre los peligros potenciales, citando problemas como la propagación de discursos de odio por otras plataformas de IA. Además, esta controversia se produce en un contexto donde el Gobierno busca reducir impuestos y endurecer las leyes migratorias.
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