La misión Solar Orbiter, desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA), ha hecho un avance significativo en la exploración solar al capturar las primeras imágenes del polo sur del Sol. Estas imágenes fueron difundidas recientemente, marcando un hito en la observación de nuestra estrella, que hasta ahora había sido estudiada únicamente desde el plano eclíptico, es decir, desde una perspectiva alineada con la órbita de la Tierra.
Solar Orbiter, lanzada hace cinco años, tiene como objetivo proporcionar una visión completamente nueva del Sol. Gracias a esta sonda, los investigadores han podido observar el Sol desde fuera del plano eclíptico por primera vez. En este contexto, el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) juega un papel crucial al coliderar uno de los diez instrumentos científicos a bordo de la sonda: el SO/PHI (Polarimetric and Helioseismic Imager). Este dispositivo es fundamental para obtener imágenes polarimétricas y llevar a cabo estudios heliosísmicos, permitiendo así una cartografía precisa del campo magnético solar, el cual es el motor de la actividad solar.
Con la ayuda de SO/PHI, los científicos pueden estudiar en detalle fenómenos como las manchas solares, las tormentas, y el viento solar, todos relacionados con la dinámica magnética del Sol. David Orozco, investigador del IAA-CSIC y coinvestigador principal de SO/PHI, destaca la importancia de estas observaciones: «Por primera vez, estamos viendo el Sol desde una perspectiva totalmente nueva, como si nos asomáramos por encima de su ‘hombro’. Esto nos abre la puerta a descubrir aspectos desconocidos de su comportamiento y entender mejor cómo afecta a nuestro planeta».
Las imágenes fueron tomadas el 16 y 17 de marzo, cuando Solar Orbiter se encontraba en una inclinación de 15 grados por debajo del ecuador solar. En esta posición, logró ofrecer una visión detallada del polo sur del Sol, con tres de los instrumentos a bordo, incluido SO/PHI, capturando esta notable información. Junto a SO/PHI, los instrumentos EUI y SPICE complementan los datos al proporcionar información sobre la atmósfera solar en diferentes longitudes de onda, permitiendo estudiar la corona solar, una capa extremadamente caliente que alcanza temperaturas de hasta un millón de grados Celsius.
En los próximos años, Solar Orbiter seguirá aumentando la inclinación de su órbita gracias a asistencias gravitatorias con Venus, lo que le permitirá observar el Sol desde ángulos cada vez más altos. A medida que se acerque a su inclinación máxima, se esperan imágenes aún más detalladas de las regiones polares del Sol, que hasta ahora han sido prácticamente invisibles para la humanidad.
Estas emocionantes revelaciones ilustran no solo un avance en la tecnología y la exploración espacial, sino también una colaboración destacada entre diversas instituciones, incluyendo el IAA-CSIC, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), entre otros.
A medida que continúan las investigaciones, Solar Orbiter promete revolucionar nuestro entendimiento del Sol y su influencia sobre el sistema solar.
Fuente: Instituto de Astrofísica de Andalucía