El Ayuntamiento de Madrid ha ordenado la retirada de los patinetes eléctricos compartidos operados por tres empresas, a pesar de faltar dos años para el término del contrato. Antonio Relaños, director general de Bird en España y Portugal, critica la decisión, atribuyéndola a la percepción negativa del uso del espacio público y a razones políticas, como lo ocurrido también en Alcalá de Henares. Relaños defiende la seguridad y regulación de los patinetes compartidos, en contraste con los privados, a menudo trucados, que generan problemas en el transporte público. Resalta la importancia de la educación vial y la colaboración público-privada para integrar la micromovilidad en las ciudades, citando ejemplos exitosos como Zaragoza. La industria, afirma, se enfrenta a un momento de transformación y no de crisis, con una creciente demanda que refleja la necesidad de alternativas sostenibles de transporte.
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