El Acuerdo Flores, en vigor desde 1997, ha sido fundamental en la política migratoria de EE.UU., regulando la detención y custodia de menores inmigrantes. Surgió tras el caso de Jenny Lisette Flores, una menor salvadoreña detenida en condiciones inadecuadas, desencadenando demandas por derechos civiles. Aunque establecido como temporal, sigue vigente por falta de regulaciones permanentes. Durante las administraciones de Trump, se intentó debilitar el acuerdo, justificando que dificultaba el control migratorio. A pesar de estas controversias, los defensores de derechos humanos destacan su importancia en proteger a los menores, cuestionando las condiciones actuales de detención.
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Protección en Peligro: El Acuerdo Flores y el Debate sobre los Derechos de los Niños Migrantes en EE.UU.