La etapa 17 de la Vuelta a España en El Barco de Valdeorras está marcada por tensiones y protestas. Activistas propalestinos han lanzado objetos y creado peligros en las etapas, afectando al equipo Israel-Premier Tech, lo que ha provocado un alto nivel de seguridad y preocupación en el pelotón. Los ciclistas han lanzado un ultimátum, advirtiendo que detendrían la carrera si los incidentes continúan. El dispositivo de seguridad se ha incrementado significativamente, especialmente en Madrid, con cientos de agentes desplegados para garantizar la seguridad. La situación ha generado estrés e incertidumbre entre los participantes, que aseguran entender las protestas, pero se sienten vulnerables.
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