En las playas, es común ver a socorristas pidiendo a bañistas que salgan del agua cuando se iza la bandera roja, pero su autoridad no incluye el poder de multar o forzar la salida, según explica el abogado Xabi Abat. Los socorristas pueden vigilar, prevenir y advertir, pero no obligar. Si se produce una conducta peligrosa, deben notificarlo a las fuerzas del orden, que sí pueden sancionar si consideran que hay una infracción administrativa. Esta distinción es clave: el socorrista puede recomendar, pero no imponer, dando lugar a debates sobre la responsabilidad personal en situaciones de riesgo. Aunque no son agentes de autoridad, ignorar sus avisos podría llevar a una intervención policial, recalca Abat.
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