Carles Puigdemont, presidente de Junts per Catalunya, ha decidido suspender las negociaciones sectoriales con el PSOE, condicionándolas a una reunión extraordinaria en Suiza con un verificador internacional. Esta medida surge tras la decisión de la Mesa del Congreso de aplazar la tramitación de una cuestión de confianza contra el presidente Pedro Sánchez, lo que Puigdemont interpretó como una falta de compromiso y un obstáculo para la estabilidad de la legislatura. En una reunión en Bruselas, Puigdemont manifestó la gravedad de la situación, descartando cualquier intento de reconciliación inmediata con el PSOE, a menos que se restablezca la confianza. Esta ruptura podría implicar que los siete votos de Junts en el Congreso ya no apoyen al Gobierno, complicando así la aprobación de futuros presupuestos y proyectos legislativos de Sánchez. La tensión se incrementa a medida que la relación entre ambas partes ha demostrado ser más frágil de lo que aparentaba inicialmente.
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