El gobierno de Moscú ha expresado su preocupación por la instalación de un escudo antimisiles en Polonia, argumentando que esta medida incrementa el riesgo de un conflicto nuclear. Funcionarios rusos sostienen que esta acción, impulsada por la OTAN, desestabiliza el equilibrio estratégico en Europa y podría precipitar una escalada armamentista. La postura de Rusia resalta las tensiones en las relaciones con Occidente, en un contexto donde las preocupaciones sobre la seguridad y la carrera nuclear están cada vez más en el centro del debate internacional.
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