En un giro inesperado, el Kremlin anunció que Vladimir Putin no asistirá a las conversaciones de paz en Estambul, delegando en Vladimir Medinsky la representación rusa. A pesar de las expectativas por una reunión cara a cara con Volodímir Zelenski, Putin decidió mantenerse en Moscú, evidenciando un aparente desinterés en avanzar hacia la paz. La delegación rusa carece de altos funcionarios clave, lo que sugiere un intento de revivir negociaciones previas sin éxito. Zelenski, presente en Turquía, busca apoyo internacional, mientras la ausencia de Putin pone en duda el compromiso ruso con el proceso de paz.
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