En lo que va del año, Rusia ha llevado a cabo 25 bombardeos en el centro de ciudades ucranianas, aprovechando cualquier signo de debilidad para atacar a la población civil. Estos bombardeos forman parte de la estrategia de Moscú para mantener la presión sobre Ucrania y responder a las tensiones en la región. La situación ha generado una creciente preocupación internacional por la seguridad de los civiles y la estabilidad de la zona, en medio de llamados urgentes para encontrar una solución diplomática al conflicto en curso.
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