El conflicto entre Rusia y Ucrania se intensifica ante la persistente postura del presidente ruso, Vladimir Putin, quien rechaza un alto al fuego inmediato y exige abordar las raíces del conflicto antes de negociar. A pesar de la disposición del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, para reunirse en Turquía, Putin evita el encuentro, lo que revela su interés en prolongar el conflicto para debilitar a Ucrania y frenar el apoyo occidental. Mientras tanto, líderes europeos se unieron a Zelenski en Kiev, amenazando con sanciones si Rusia no accede a una tregua. El presidente estadounidense, Donald Trump, se mostró dispuesto a facilitar negociaciones, pero su postura es criticada por favorecer la táctica dilatoria de Moscú. La perspectiva de una guerra prolongada prevalece, con líderes europeos convencidos de que la paz solo llegará con un cambio en el régimen ruso.
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