En un incidente que ha generado tensión diplomática, el presidente ruso, Vladímir Putin, pidió disculpas por el derribo de un vuelo comercial azerbaiyano que dejó 38 muertos, calificándolo como un «trágico incidente.» Aunque Rusia inicialmente atribuyó el accidente a una colisión con aves, expertos y evidencia visual sugieren el impacto de un misil antiaéreo ruso. El avión, que perdió señal GPS durante ataques con drones ucranianos en Grozni, realizó movimientos inusuales antes de estrellarse cerca de Aktau, Kazajistán. Azerbaiyán y varios países han solicitado una investigación exhaustiva e independiente para esclarecer los hechos, mientras la UE compara el evento con el derribo del vuelo MH17 en 2014. En respuesta, varias aerolíneas han suspendido vuelos a Rusia, y se han activado investigaciones internacionales, incluyendo la participación de especialistas del Comité Interestatal de Aviación.
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