En un trágico acto de violencia en pleno Domingo de Ramos, la ciudad de Sumy, en Ucrania, fue devastada por un ataque de bombas de racimo lanzadas por Rusia. Este agresivo asalto resultó en la muerte de más de 34 personas, incluyendo dos niños, intensificando aún más las tensiones en la región. El incidente subraya la continuación del conflicto en la zona y ha generado fuertes condenas internacionales, mientras las autoridades locales trabajan arduamente en las tareas de rescate y control de daños en medio del caos y dolor que ha dejado esta tragedia.
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