Rodeado de líderes mayormente autócratas, el presidente ruso Vladimir Putin conmemoró el 80 aniversario de la victoria sobre el nazismo, buscando vincular su intervención en Ucrania con la Segunda Guerra Mundial. Durante un acto en la Plaza Roja, participaron más de 11,500 militares, incluidos combatientes de Ucrania, y se exhibieron tanques soviéticos. Putin destacó el respaldo nacional a la operación militar especial y aseguró que Rusia seguirá combatiendo la distorsión histórica del nazismo. Xi Jinping, presidente chino, fue el invitado de honor, simbolizando el soporte de China hacia Rusia. El evento contó con la asistencia de líderes como Lula da Silva y otras personalidades en un controvertido encuentro que recibió críticas internacionales. En contraste, en Europa, líderes como Kaja Kallas apoyaron desde Leópolis a Ucrania y el establecimiento de un tribunal que juzgue la agresión rusa. Volodimir Zelenski instó a sus aliados a unirse contra la invasión rusa, señalando la falsedad del desfile en Moscú.
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