En una conferencia de prensa marcada por afirmaciones provocadoras y un tono desafiante, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró que la economía del país se mantiene estable pese a la inflación y las sanciones occidentales. Retó a Estados Unidos a un duelo entre el armamento hipersónico ruso y los sistemas de defensa antimisiles en Kiev, situación que él describe como un «experimento». Putin refuerza su posición sobre Ucrania, considerando su reintegración como un derecho legítimo, y mostró disposición para reunirse con Donald Trump, destacando una narrativa dual de amenaza y apertura al diálogo. En el contexto militar, subrayó los avances en Kursk y otras regiones estratégicas, mientras presumía de la moral de su ejército. A pesar de exhibir confianza, la situación interna refleja tensiones económicas y sociales, con un gobierno cada vez más enfocado en el conflicto bélico.
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