Qatar ha sido elegido como mediador en Siria tras la caída de Bashar al Asad, actuando como interlocutor internacional con Hayat Tahrir al Sham (HTS), una organización islamista que lidera la oposición durante la transición. En una reunión en Doha, Turquía, Rusia e Irán acordaron que Qatar, al no haber normalizado relaciones con Asad, encabece la comunicación con HTS para mantener la estabilidad y evitar el fortalecimiento de grupos extremistas como el Estado Islámico. Mohammed al Bashir, vinculado a HTS, ha sido designado primer ministro de la transición, con el compromiso de preservar las instituciones sirias. HTS, con antecedentes en Al Qaeda, ha centrado su enfoque en un relato nacional y en administrar servicios públicos, distanciándose de sus orígenes yihadistas.
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