Rapidus, la firma japonesa que busca revitalizar su posición en el sector mundial de semiconductores, ha aclarado recientemente ciertas informaciones suscitando confusión en el mercado tecnológico. A pesar de los rumores, no se ha iniciado la construcción de una fábrica para chips de 1,4 nanómetros ni existe un calendario de producción establecido. La empresa subraya que su prioridad actual es lograr la producción eficiente de la primera generación de chips de 2 nanómetros en Hokkaido.
Este comunicado se produce en un contexto de alta presión tecnológica y geopolítica. Japón ha lanzado un ambicioso plan de apoyo a su industria de semiconductores, destinando cerca de un billón de yenes a Rapidus y proyectando unos 65.000 millones de dólares en ayudas para el sector hasta 2030.
En las últimas semanas, las especulaciones sobre el desarrollo de una segunda fábrica destinada a un nodo de 1,4 nm provocaron cierto revuelo. Sin embargo, Rapidus ha sido claro: no hay ninguna construcción en marcha para este propósito ni plan de producción que anunciar. La compañía está enfocada en la viabilidad técnica y económica del chip de 2 nm, un paso crucial antes de considerar avanzar hacia los 1,4 nm.
Rapidus Corporation, formada en agosto de 2022 por un conglomerado de empresas japonesas, incluidas Toyota y Sony, se ha comprometido a lograr la producción de chips de 2 nm para finales de la presente década. Su primera fábrica, IIM-1, se encuentra en Chitose, Hokkaido. El gobierno japonés ha invertido significativamente en esta iniciativa, con cerca de 1,7 billones de yenes en subsidios directos, y mantiene una colaboración clave con IBM e imec para el desarrollo tecnológico.
El empeño de Japón es estratégico, buscando recuperar una participación significativa en el mercado de semiconductores, que antaño lideraba y que ahora representa apenas un 10 % del total mundial. Esta estrategia incluye no solo el respaldo a Rapidus, sino también a otras instalaciones clave, como las plantas de TSMC en Kumamoto, y una estrecha colaboración internacional con socios como Estados Unidos y Europa.
El ruido alrededor del nodo de 1,4 nm destaca la importancia competitiva de avanzar en el rendimiento, eficiencia energética y densidad de chips. Sin embargo, alcanzar ese hito exige un desarrollo tecnológico significativo, desde la implementación de nuevos materiales hasta la adaptación del ecosistema de diseño y producción.
El mensaje de Rapidus refleja una postura realista frente al entusiasmo del mercado. Reconoce el complejo desafío de establecerse desde cero en el nodo de 2 nm y destaca que la verdadera medida de éxito será ver salir dichos chips de sus líneas de producción en Chitose para 2027-2028.
En conclusión, Rapidus y Japón no están renunciando a los avances hacia los 1,4 nm, sino priorizando una base sólida en los 2 nm. Este realismo supone una apuesta crítica, con implicaciones geopolíticas significativas, y establece a Japón como un potencial protagonista en la carrera global por el liderazgo en semiconductores.








