La firma japonesa Rapidus ha alcanzado un hito significativo en su meta de competir con gigantes como TSMC, Samsung e Intel, al iniciar la producción de prueba de obleas con transistores gate-all-around (GAA) a 2 nanómetros en su planta IIM-1 en Japón. Las primeras obleas ya presentan las características eléctricas esperadas, señal de que el avance tecnológico marcha según lo planeado.
Este progreso marca el inicio de una fase clave: la validación de que los transistores cumplen con parámetros esenciales como voltaje umbral, corriente de fuga, y consumo energético. Aunque Rapidus no ha revelado cifras específicas, el hecho de que las obleas estén operativas sugiere que su entorno de producción es funcional.
Un distintivo en su estrategia es el procesamiento individual de obleas. A diferencia de otros fabricantes, que combinan procesamiento por lotes e individual, Rapidus aplica el enfoque de oblea única en todas las etapas del proceso. Este método, más costoso pero preciso, permite ajustes en tiempo real y tratamiento personalizado para cada oblea, lo que mejora la detección y corrección de anomalías.
Los datos generados se procesan con algoritmos de inteligencia artificial, lo que facilita mejoras continuas y un control estadístico más eficaz. A medio plazo, esto se traduce en menores tasas de defectos y mayor rendimiento de los chips.
La planta IIM-1, construida rápidamente desde septiembre de 2023, ya cuenta con herramientas avanzadas de litografía DUV y EUV. Las primeras exposiciones exitosas con EUV se realizaron en abril de 2025, y la fábrica ha integrado más de 200 equipos especializados.
Rapidus se posiciona como un actor clave en los chips GAA, anticipándose a un aumento en la demanda por aplicaciones de inteligencia artificial, HPC y edge computing. La empresa ha anunciado su primer kit de desarrollo de proceso (PDK) para el primer trimestre de 2026, permitiendo prototipos de chips basados en su tecnología.
Sin embargo, el enfoque innovador de Rapidus plantea desafíos. El procesamiento individual conlleva una mayor complejidad operativa y costos iniciales elevados. No obstante, en un contexto donde la precisión es crucial, esta estrategia podría ser la más acertada.
El movimiento de Rapidus representa un renacimiento de Japón como líder en la industria global de semiconductores, combinando innovación, precisión y soberanía tecnológica.