El Senado de Estados Unidos ha aprobado un acuerdo para reabrir el gobierno tras un cierre de 41 días, el más prolongado en la historia reciente. Siete senadores demócratas y un independiente fueron clave para superar el conflicto presupuestario entre ambos partidos en el Congreso. La Cámara de Representantes deberá votar también antes de que Donald Trump promulgue el presupuesto. La reapertura se produce a pocos días de Acción de Gracias, alivio para muchos estadounidenses afectados por el caos en servicios y aeropuertos. Aunque la financiación del gobierno está asegurada hasta el 30 de enero, quedan pendientes temas críticos como los subsidios de Obamacare, que expiran pronto y podrían encarecer la atención médica. A pesar de que los republicanos parecen haber ganado esta ronda, el descontento popular y las victorias demócratas en elecciones locales muestran un terreno político cambiante. Los demócratas, liderados por Chuck Schumer, no lograron imponer su agenda estratégica y enfrentan críticas por su manejo del conflicto, pero esperan capitalizar políticamente el aumento de los costos de salud imputados a decisiones republicanas.
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