La ciudad estratégica en cuestión se localiza equidistantemente entre Alepo y Damasco, la capital siria, y colinda con la provincia costera de Latakia, un área conocida por ser un bastión de apoyo al régimen de Bashar al-Assad. Esta situación geográfica resalta su relevancia en el complejo tablero político y militar del país, especialmente en el contexto de un conflicto prolongado que involucra distintos intereses regionales e internacionales. Latakia ofrece un soporte crucial debido a su lealtad al presidente, lo que subraya la importancia de controlar territorios adyacentes para asegurar la estabilidad del régimen en el poder.
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