Mohamed Salah, delantero del Liverpool, ha expresado su descontento con su situación en el club tras ser relegado al banquillo en tres partidos consecutivos, lo que refleja un notable distanciamiento con el entrenador Arne Slot. El jugador egipcio, quien tiene contrato hasta 2027, insinuó que podría no regresar al equipo tras la Copa de África, señalando que alguien dentro del club no lo quiere allí. Salah, que no jugó en el reciente empate contra Leeds United, manifestó su frustración ante la prensa, afirmando haber sido utilizado como chivo expiatorio y sintiéndose traicionado por promesas incumplidas. A pesar de no descartar movimientos futuros, como una posible oferta desde Arabia Saudí, Salah destaca su condición de máximo goleador del equipo y la falta de apoyo en comparación con otros futbolistas en situaciones similares.
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