La convivencia entre niños y gatos puede ser altamente beneficiosa, fomentando en los pequeños una mayor autoestima y habilidades sociales, según estudios citados por expertos en comportamiento animal. No obstante, es imperativo enseñar a los niños a interactuar de forma segura con sus compañeros felinos. Se recomienda supervisar las interacciones, usar juguetes adecuados y enseñar a los niños a leer el lenguaje corporal del gato para evitar comportamientos agresivos. También se pone énfasis en el cuidado del gato con prácticas como la desparasitación y el mantenimiento de un espacio seguro y tranquilo para la mascota. Además, es crucial preparar al felino para la llegada de un bebé, presentándolos de manera gradual para garantizar una armonía en el hogar.
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