En un hito significativo para el mercado laboral español, el pasado mayo se registró un aumento de 195.736 afiliados a la Seguridad Social, superando por primera vez la cifra de 21,78 millones de cotizantes. Este récord histórico, sin embargo, viene con una advertencia: aunque el empleo sigue creciendo, el ritmo de este aumento se ha moderado, con mayo marcando el menor incremento desde 2013, a excepción de 2020.
A pesar de esta desaceleración, el análisis conjunto de los meses de abril y mayo muestra un incremento total de más de 330.000 nuevas afiliaciones. Estas cifras no solo rebasan los niveles previos a la pandemia, sino que también confirman una tendencia positiva en la generación de empleo en España.
Un factor clave en este escenario ha sido la hostelería, que ha impulsado el mercado laboral con la creación de más de 75.000 puestos de trabajo solo en mayo, coincidiendo con la llegada del verano. Este auge ha tenido un efecto especialmente positivo en el empleo femenino, alcanzando por primera vez los 10,3 millones de afiliadas. Asimismo, el sector de los autónomos ha experimentado un notable crecimiento, superando los 3,4 millones, junto con un incremento en los trabajadores extranjeros, que ahora suman más de tres millones de cotizantes.
El análisis del tipo de empleo generado revela que el crecimiento no se ha centrado únicamente en contratos temporales. Un considerable número de estas nuevas posiciones están relacionadas con sectores que proporcionan contratos de larga duración, lo que contribuye a la estabilidad y sostenibilidad del sistema de cotización.
Este fortalecimiento del mercado laboral, aunque moderado, subraya un desarrollo saludable y continuo, crucial para empleados, quienes están en búsqueda de trabajo, y emprendedores. La importancia de este crecimiento en el tejido socioeconómico del país es indiscutible, destacando cómo el empleo sigue siendo un pilar central en la recuperación económica de España.
