Andalucía se destaca como una de las comunidades autónomas más efectivas en la ejecución de sus presupuestos públicos, gracias a un modelo de gestión enfocado en la maximización de los recursos. Treinta y cinco años de esfuerzo han llevado al Gobierno andaluz a priorizar áreas fundamentales como la sanidad, la educación y las políticas sociales, al mismo tiempo que ha invertido significativamente en el desarrollo y modernización de las infraestructuras hídricas. Este enfoque no solo fortalece los servicios esenciales, sino que también posiciona a Andalucía a la vanguardia de la planificación y ejecución de inversiones sostenibles, especialmente en un contexto donde el agua, un recurso cada vez más limitado en el sur de Europa, cobra importancia.
En los últimos años, la inversión en infraestructuras hídricas en Andalucía ha experimentado un crecimiento notable. Los recursos derivados del Canon de Mejora se han multiplicado por diez, aumentando de 28 millones de euros a más de 280 millones en seis años. Este aumento, que supera el 900% en el esfuerzo inversor, refleja el compromiso del Gobierno andaluz con la sostenibilidad hídrica y la adaptación al cambio climático. Las iniciativas incluyen mejoras en redes de abastecimiento, sistemas de depuración y proyectos de eficiencia hídrica, lo que garantiza el suministro de agua tanto como un derecho fundamental como un motor de desarrollo para la agricultura, la industria y el turismo.
El modelo andaluz de gestión presupuestaria se basa en un principio esencial: cada euro debe traducirse en mejoras reales para la ciudadanía. Esta filosofía ha llevado a la comunidad a alcanzar niveles de ejecución presupuestaria superiores al 98%, un hito relevante en comparación con otras regiones españolas. Especialmente en sectores sociales como la sanidad y la educación, se ha logrado ejecutar más del 95% de los presupuestos, permitiendo así la mejora de plantillas y la modernización de infraestructuras hídricas.
La política hídrica es un pilar fundamental de la gestión del Gobierno de Andalucía. Las infraestructuras hídricas son consideradas no solo como una necesidad urgente, sino como una cuestión de Estado autonómico, abordándose desde una perspectiva a largo plazo. La implementación de planes plurianuales, sumada a la captación de fondos europeos, sostiene el desarrollo de una red hidráulica moderna y eficiente, asegurando la disponibilidad de agua para el futuro y promoviendo la autosuficiencia de los municipios.
La gestión de los fondos europeos ha sido crucial para llevar a cabo numerosos proyectos de infraestructura. Andalucía ha ejecutado casi la totalidad de los programas FEDER y FSE del periodo 2014-2020 y ya está trabajando en el nuevo marco 2021-2027, que incorporará más de 8.500 millones de euros adicionales. Estos recursos no solo se dedican a la mejora de infraestructuras hídricas, sino también a la modernización de centros educativos, el impulso de la transición energética y la innovación en el sector empresarial.
El modelo andaluz también ha demostrado ser capaz de aumentar la inversión sin comprometer la estabilidad presupuestaria. A pesar de que la ejecución de inversiones ha fluctuado alrededor del 72%, se ha comprometido más del 50% en inversión en comparación con etapas anteriores. Este crecimiento ha permitido la realización de infraestructuras que habían estado pendientes durante años, beneficiando especialmente a las áreas rurales y aquellas en riesgo de despoblación.
Andalucía se ha convertido en un referente en la ejecución de presupuestos y en la implementación de políticas hídricas, marcando un punto de inflexión ante los desafíos contemporáneos relacionados con el agua. Las infraestructuras más modernas, sostenibles y adaptadas a las necesidades del territorio no solo garantizan el suministro, sino que también protegen el medio ambiente y generan empleo verde. Todo esto se logra a través de una gestión que combina responsabilidad financiera con un fuerte compromiso social y medioambiental.
Fuente: Partido Popular Andalucía
