Las poblaciones afectadas por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) están viviendo momentos difíciles mientras intentan recuperarse de los daños causados. En un recorrido por las áreas más perjudicadas, se observa un panorama de calles anegadas, viviendas dañadas y agricultores que enfrentan pérdidas significativas en sus cosechas. Los vecinos, aunque consternados, trabajan juntos para limpiar los escombros y restablecer la normalidad. Las autoridades locales han intensificado sus esfuerzos de ayuda, distribuyendo suministros esenciales y coordinando labores de reconstrucción, mientras se evalúan los daños que la intensa lluvias ha provocado en la infraestructura local.
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