La convivencia en una comunidad de propietarios puede experimentar tensiones debido a las decisiones estéticas individuales que cada vecino toma respecto a su vivienda. Una situación común al respecto es cuando un propietario decide pintar la fachada de su casa de un color que difiere del aprobado por la comunidad, lo que puede suscitar descontento entre los demás residentes. De acuerdo con la Ley de Propiedad Horizontal en España, existen varias directrices a considerar en tales circunstancias.
Primero, es fundamental destacar que el artículo 7 de la Ley de Propiedad Horizontal estipula que cualquier modificación de los elementos comunes o del aspecto exterior de un edificio requiere la aprobación de la comunidad de propietarios. La fachada, al ser considerada un elemento común, implica que cualquier propietario que desee modificar su color debe solicitar previamente el aval del resto de los vecinos en una junta.
En los casos en que un vecino proceda a pintar su fachada sin el consentimiento necesario, los otros propietarios tienen derecho a reclamar. La acción inicial consiste en convocar una reunión extraordinaria, incorporando este asunto específico en el orden del día. Durante esta reunión, se decidirá si se emprenden acciones, como solicitar al propietario que regrese al color original o que escoja un nuevo color aprobado por la comunidad. Si las decisiones de la reunión no son obedecidas, es posible incluso iniciar un procedimiento legal.
Es crucial subrayar que la comunidad debe optar por una decisión a través de una votación mayoritaria, y cualquier paso a seguir dependerá del colectivo. En ocasiones, la comunidad podría aceptar un color nuevo, siempre que se considere que no perjudica visualmente al edificio y su entorno.
Además, los vecinos que se sientan incómodos por el cambio en el color de la fachada pueden presentar una queja formal ante la junta de propietarios y, si es necesario, buscar asesoría legal para comprender sus derechos y los procedimientos adecuados para abordar la situación.
En conclusión, si un propietario decide cambiar el color de su fachada, corresponde a los vecinos actuar de manera conjunta y conforme a la ley. La comunicación abierta y el diálogo entre los propietarios son esenciales para mantener un ambiente armonioso y llegar a acuerdos que beneficien a toda la comunidad.








