En las próximas semanas, Estados Unidos jugará un papel crucial en la definición del futuro de México, debido al enjuiciamiento de líderes del narcotráfico, como los del Cártel de Sinaloa. Este proceso legal subraya la compleja interrelación entre el crimen organizado, las autoridades mexicanas y los intereses estadounidenses. Tres factores destacan: la expansión territorial de los cárteles, la connivencia con autoridades mexicanas y las políticas de la administración Trump que han intensificado la presión sobre México. A medida que más líderes del narcotráfico colaboran con la justicia estadounidense, se revela una profunda influencia extranjera en las políticas y relaciones mexicanas. Esta situación, resultado de la corrupción e inacción nacionales, ejemplifica cómo las deficiencias internas han facilitado intervenciones externas.
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