La reciente tragedia provocada por la DANA (DANA: Depresión Aislada en Niveles Altos) en Valencia, que cobró la vida de 223 personas, ha dejado una profunda impresión en la comunidad, marcada por la tristeza, la preocupación y, sobre todo, la indignación ante una situación que, según la Federación USTEA y la Intersindical Andaluza, va más allá de un desastre natural aislado.
El trágico saldo de vidas es desproporcionado en comparación con otros eventos medioambientales menos devastadores, lo que lleva a cuestionar las verdaderas causas que lo han originado. Las organizaciones denunciaron que este tipo de catástrofes no son meramente el resultado de inclemencias meteorológicas, sino que son el resultado de un cúmulo de factores estructurales y decisiones políticas erróneas. Este fenómeno es considerado, por lo tanto, un reflejo de una gestión deficiente y de un sistema que ha priorizado intereses económicos sobre la vida y seguridad de las personas.
Uno de los principales factores se relaciona con un modelo urbanístico que fomenta la especulación y la construcción en áreas de riesgo, en lugar de garantizar espacios seguros para la población. La corrupción y la falta de regulación han permitido que la construcción desmedida ponga en peligro a los ciudadanos. La connivencia entre bancos, empresas constructoras y funcionarios ha creado un ambiente donde el derecho a la vivienda cae en el abismo frente a los beneficios del sector inmobiliario.
Los recortes en los servicios públicos, destinados a la seguridad y protección de la ciudadanía, agravan aún más la situación. La reciente eliminación de la Unidad Valenciana de Emergencias, considerada por el propio presidente Carlos Mazón como un “chiringuito”, junto con la saturación del servicio 112, refleja una clara falta de compromiso con la seguridad pública. A esto se suma el hecho de que se asignan grandes sumas a actividades relacionadas con la tauromaquia, mientras se desmantelan servicios esenciales para el bienestar de la población.
Adicionalmente, el debate sobre la seguridad laboral y el cumplimiento de los derechos de los trabajadores se ha vuelto más acuciante. Las presiones empresariales han llevado a que se ignoren las advertencias sobre la seguridad, arriesgando la integridad física de los trabajadores. Esto subraya una falta de responsabilidad por parte de las autoridades y una cultura que prioriza las ganancias económicas sobre las vidas humanas.
Los partidos políticos, que deberían defender los intereses ciudadanos, han demostrado una alarmante falta de compromiso, dejándose llevar por las expectativas de poder económico en lugar de servir a la población. Las organizaciones hicieron un llamado a un cambio urgente en las políticas, enfatizando la necesidad de priorizar a las personas y su bienestar por delante de intereses propios.
El impacto del cambio climático intensifica estos fenómenos naturales, y mientras los científicos advierten sobre la inminente recurrencia de tales desastres, una falta de acción y la difusión de desinformación continúan complicando la situación.
Frente a esta tragedia, no solo exigen la dimisión del gobierno de Carlos Mazón, sino también una convocatoria a nuevas elecciones en Valencia, argumentando que la actual gestión ha demostrado ser peligrosa para la vida de las personas. Se requiere de un enfoque proactivo para establecer políticas que prevengan futuros desastres, y un compromiso serio por parte del gobierno andaluz para mejorar la seguridad en los espacios de trabajo.
A través de estas acciones y la solidaridad activa de las organizaciones, como la Intersindical Valenciana, se busca no solo ayudar a los afectados en este momento de necesidad, sino también trabajar para asegurar que tragedias como la DANA no se repitan. La exigencia es clara: la seguridad, los derechos y la vida de cada individuo deben ser prioritarios.
La situación en Valencia sirve como un recordatorio contundente de que se necesita un cambio estructural en la forma en que se gestionan tanto los espacios urbanos como la seguridad pública. USTEA hace un llamado a la responsabilidad y el compromiso de todos para asegurar que no se produzcan más pérdidas de vidas en el futuro.
Enlace a Intersindical Solidaria para ayudar a las familias afectadas por la DANA: Intersindical Solidaria
Fuente: USTEA.