Hace tres años, Alexéi Navalni regresó a Rusia, después de recuperarse de un envenenamiento, y fue arrestado en el aeropuerto. Desde entonces, ha permanecido en prisión, resistiendo interrogantes sobre su decisión de volver al país. Él sostiene que su retorno no fue el resultado de conspiraciones, sino un acto de fidelidad a sus convicciones y compromiso político. Navalni, quien falleció el 16 de febrero de 2024 en la cárcel, documentó su vida y lucha contra la corrupción en sus memorias «Patriota», publicadas recientemente. En ellas, denuncia el régimen de Vladímir Putin como insostenible y afirma que, aunque el poder actual carece de sustancia, su inevitable colapso dará paso a un futuro basado en principios democráticos y de integridad. A lo largo de su vida, Navalni recibió galardones internacionales por su valentía en la defensa de los derechos humanos, dejando un legado de resistencia y de inquebrantable amor por Rusia.
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