Tras conquistar la Champions, los jugadores del PSG celebraron en el vestuario debido a la amenaza de invasión de campo por 7,000 ultras en el Allianz Arena. La policía alemana estableció un doble cordón de seguridad para controlar a los aficionados. Durante el partido, los ultras destacaron desde el inicio cuando celebraron el gol de Achraf Hakimi con bengalas, desafiando las normas de la UEFA, que aunque persigue estas prácticas, no logró impedir la entrada de artefactos pirotécnicos. Este problema no es nuevo, ya que el año anterior los hinchas del Borussia Dortmund también encendieron bengalas durante la final de la Champions en Wembley.
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