Con el aumento de las temperaturas veraniegas, la elección del momento oportuno para regar las plantas cobra especial relevancia para jardineros y entusiastas del cultivo. Un estudio reciente destaca la importancia de la hora del riego en el bienestar vegetal.
Expertos en agronomía sugieren que el riego matutino, específicamente entre las 6 y las 10 de la mañana, es ideal. Durante este período, las temperaturas son más frescas, lo que facilita la absorción de agua y reduce la evaporación provocada por el sol del mediodía. Este método garantiza que la humedad llegue eficientemente a las raíces.
Aunque regar en la tarde puede parecer conveniente para algunos, se presentan varias desventajas. Con el descenso de la temperatura, el agua aplicada se evapora lentamente, promoviendo la aparición de hongos y enfermedades en las hojas. Además, si el riego se realiza cerca de la noche, las plantas pueden no secarse adecuadamente, incrementando los riesgos de salud.
Sin embargo, ciertas especies, como los cactus y suculentas, adaptadas a climas áridos, podrían beneficiarse de un riego vespertino. Es fundamental conocer las necesidades específicas de cada planta y adaptar el cuidado según sus requerimientos.
En conclusión, regar las plantas durante las mañanas de verano es generalmente la opción más recomendable, asegurando un riego eficiente y fomentando la salud del jardín. De esta manera, se preserva un espacio verde vibrante y saludable en los meses más cálidos.