Con una inversión respaldada por Meta y gestionada por el Alan Turing Institute, el gobierno británico lanza el programa Open-Source AI Fellowship. El proyecto, que cuenta con un presupuesto de un millón de dólares, busca integrar a los ingenieros de inteligencia artificial más destacados del Reino Unido en el ámbito de la administración pública. Durante 12 meses, estos expertos desarrollarán soluciones tangibles dirigidas a mejorar áreas clave como la planificación urbana, seguridad nacional y servicios ciudadanos, utilizando modelos de IA de código abierto como Llama 3.5.
Este programa no se centra en la investigación teórica, sino en resolver problemas reales del Estado con tecnologías transparentes y accesibles. Los ingenieros trabajarán en proyectos de alto impacto, como la traducción segura de documentos confidenciales, la automatización del proceso de planificación urbanística, sistemas de respaldo offline para el NHS y servicios de emergencia, y asistentes para la toma de decisiones administrativas.
La iniciativa sigue a proyectos exitosos como Caddy y Humphrey. Caddy, un asistente de IA desarrollado junto a Citizen’s Advice, ha demostrado eficiencia al reducir a la mitad el tiempo de respuesta en centros de atención telefónica. Por su parte, Humphrey ayuda a funcionarios con tareas repetitivas, liberando tiempo para labores más complejas.
El gobierno británico apuesta por modelos open source para evitar una dependencia de tecnologías propietarias y reducir costes. El uso de estos modelos garantiza un control sobre los datos y su ejecución, esencial en áreas sensibles como seguridad y salud.
Además, se ha lanzado el AI Knowledge Hub, una plataforma de recursos compartidos destinada a facilitar la adopción de la IA en las administraciones públicas del Reino Unido. El objetivo es evitar la duplicación de esfuerzos y promover una cultura colaborativa y responsable en el uso de la IA.
La convocatoria para el Open-Source AI Fellowship ya está abierta, y se espera una intensa competencia entre los candidatos. Esta iniciativa marca un paso significativo hacia la integración de la inteligencia artificial como parte de la infraestructura operativa del Estado, con un enfoque en soluciones prácticas y compartidas que beneficien a los ciudadanos.
