Las democracias en todo el mundo enfrentan una notable crisis, siendo América un claro ejemplo con escándalos recientes. En Estados Unidos y Brasil, los sistemas resistieron los ataques a su legitimidad electoral, a diferencia de Venezuela, donde el gobierno manipula los resultados y reprime las protestas. Además, el populismo y la represión afectan gravemente la separación de poderes, como en El Salvador. Autoritarismos insultan la libertad y se extienden incluso en Europa, con tendencias antimigratorias. América Latina sufre además por el narcotráfico y la debilidad económica, lo que erosiona la confianza en las instituciones democráticas, resaltando la necesidad de un sólido fortalecimiento estatal y respeto al pluralismo.
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