Se han cumplido 116 años del fusilamiento de Francesc Ferrer i Guàrdia, anarquista y pedagogo, tras un juicio considerado injusto. Joan Francesc Pont, presidente de la Fundación Ferrer i Guàrdia, responsabilizó de la ejecución al gobierno de Antonio Maura y a la Lliga Regionalista. Actualmente, instituciones y asociaciones buscan anular la sentencia con la campaña «Justícia X Ferrer». Desde 1909, ha habido intentos de rehabilitación, incluyendo uno en 1911 liderado por el PSOE, que fue bloqueado por formaciones dominantes. Ferrer sigue siendo una figura controvertida, pero sus principios educativos se han normalizado en épocas democráticas. La Semana Trágica, un conflicto que coincide con su ejecución, fue vista por algunos como una “insurrección” y por otros como una lucha contra injusticias sociales. La memoria histórica sigue siendo tema de debate, y la rehabilitación de Ferrer provoca divisiones en la opinión pública.
Leer noticia completa en El Pais.