La desigualdad en Cataluña sigue afectando a la población pese al crecimiento económico, con una pobreza crónica que no se supera ni teniendo empleo. Informes de Ivàlua destacan que la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC) no cumple sus objetivos, especialmente para menores y mujeres, quienes enfrentan mayor vulnerabilidad. El 66% de las familias con hijos siguen en pobreza severa a pesar de recibir la ayuda, que resulta insuficiente frente al costo de vida. La Generalitat está reformando la RGC para ampliar su cobertura y compatibilidad con otras ayudas, aunque esto es considerado insuficiente por el sindicato CC OO. Desde su creación en 2017, la prestación no ha alcanzado a todos los hogares que tienen derecho, afectando al 24% de la población catalana que vive bajo el umbral de la pobreza. La implementación ha enfrentado complicaciones, incluyendo pagos indebidos y lentitud administrativa, provocando reformas que buscan mejorar su eficiencia y alcance.
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