En un contexto de cambios inminentes en la regulación de adquisiciones inmobiliarias en España, la empresa Tecnotramit ha observado que ciudadanos de ciertos países han aprovechado las oportunidades actuales para agilizar la obtención de visados de residencia a través de inversiones en el sector inmobiliario. Personas de Rusia, Ucrania, Reino Unido, China, Colombia, México y Venezuela han sido los principales beneficiados por las normativas vigentes que facilitan esta vía de entrada.
El Gobierno español ha delineado recientemente un plan para restringir las compras de propiedades por parte de extranjeros no residentes de fuera de la Unión Europea. Entre las medidas propuestas se incluye un aumento del 100% en los impuestos para estos compradores y la eliminación de las denominadas ‘golden visa’ a partir de abril. Esta política busca eliminar las solicitudes de visados para inversores que adquieran propiedades con un valor superior a 500.000 euros.
Tecnotramit ha analizado cómo la fiscalidad actual afecta a los extranjeros no residentes que compran propiedades en España, resaltando diferencias significativas entre la adquisición de nuevas construcciones y propiedades de segunda mano. Gerard Aguilar, director de Fiscalidad de la empresa, ha expresado su inquietud sobre el impacto fiscal que podría acarrear la desaparición de las ‘golden visa’, anticipando una potencial reducción en los ingresos fiscales relacionados con el mercado inmobiliario.
Las provincias de Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, Baleares, Girona y Valencia podrían ser las más impactadas por estos cambios reguladores, ya que han sido las regiones que más han beneficiado de la inversión extranjera bajo las actuales regulaciones. Los inversionistas de las nacionalidades antes mencionadas podrían enfrentarse a mayores barreras para invertir, lo que provocaría un ajuste en el mercado.
En cuanto a la carga fiscal, los compradores extranjeros de vivienda nueva están sujetos a un IVA del 10%, junto con un Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD) que varía entre regiones: Madrid aplica un 0,75%, mientras que en Navarra se sitúa en el 0,5%. Para las propiedades de segunda mano, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) es el principal gravamen, fluctuando desde un 6% en Madrid hasta un 10% en Cataluña.
A pesar de la complejidad fiscal, existen formas de optimizar la carga tributaria con la asesoría adecuada. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, existe un tipo reducido del 4% en el ITP para familias numerosas que buscan establecer su residencia habitual.
Frente a un acceso cada vez más complicado al mercado inmobiliario por parte de extranjeros, el sector enfrenta un futuro incierto. La dinámica de inversión podría sufrir alteraciones significativas, lo que resalta la necesidad de enfoques estratégicos por parte de las autoridades para contrarrestar la posible disminución de ingresos fiscales de esta fuente.
