En un emotivo gesto de despedida, el Vaticano ha anunciado que unas 40 personas en situación de vulnerabilidad, incluyendo migrantes, personas sin hogar, transexuales y presos, acompañarán el féretro del Papa Francisco hasta su sepultura en la Basílica Papal de Santa María la Mayor. Este acto simboliza el compromiso del Pontífice con los marginados, reflejando su elección del nombre Francisco para mantenerlos siempre en su corazón. Las personas presentes llevarán una rosa blanca como muestra de agradecimiento a un líder religioso que consideraban como un padre. La ceremonia, planeada con la colaboración de Benoni Ambarus y Monseñor Diego Ravelli, busca valorizar la presencia de los pobres en el funeral, alineándose con el legado del Papa de centrarse en los «últimos» de la sociedad, quienes ahora tienen el privilegio de ser los últimos en despedirlo.
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