Un estudio reciente, realizado por investigadores de la Universidad Médica de Fujian y publicado en la revista Ecotoxicology and Environmental Safety, revela que vivir cerca de «espacios azules» como mares, lagos o ríos puede reducir en 13,2% el riesgo de deterioro cognitivo en personas de mediana edad y mayores. El análisis, que involucró a 35,669 participantes del Biobanco del Reino Unido, destaca que la exposición a estos entornos, especialmente en áreas con alta contaminación del aire, mejora notablemente la función cognitiva, posiblemente debido a la disminución de contaminantes y los efectos relajantes del entorno acuático. Estos hallazgos subrayan la importancia de considerar la contaminación del aire al diseñar espacios urbanos, sugiriendo que la proximidad a cuerpos de agua podría jugar un papel crucial en el desarrollo de ciudades más saludables.
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