El Pleno Federal de USTEA, reunido en Antequera el 7 de junio de 2025, ha proclamado una resolución enérgica contra el genocidio y en apoyo al pueblo palestino. En medio de un contexto de devastación, la población de Gaza ha soportado 20 meses de bombardeos indiscriminados, llevando al borde de la desesperación a millones de personas, incluidos numerosos niños.
La situación es desgarradora: la destrucción de infraestructuras vitales como hogares, mezquitas, hospitales y escuelas es total, dejando un rastro de muerte y sufrimiento que es difícil de asimilar. Con casi 60.000 víctimas, de las cuales más de 20.000 son niños, la población se enfrenta a una vida marcada por el hambre, la enfermedad y la inseguridad. El cerco que sufren es más que un ataque físico; es una condena a la privación de lo básico.
El sistema educativo ha sido severamente golpeado. Desde el inicio de los bombardeos, se ha producido un auténtico «escolasticidio», en el que más del 95% de las escuelas en Gaza han quedado destruidas. Esto ha llevado a que al menos 658.000 niños se queden sin acceso a la educación formal, creando una sombra de incertidumbre sobre su futuro y el de la región. Las escuelas, protegidas por el Derecho Internacional Humanitario, hoy sirven como un triste recordatorio de la magnitud de la violencia.
Los efectos a largo plazo son alarmantes. Dos años de inactividad educativa han dejado un vacío que no solo afecta el desarrollo individual, sino también la estabilidad de toda la región. La UNRWA, agencia de la ONU que atendía a 290.000 estudiantes, advierte que la destrucción del sistema educativo es un ataque directo al futuro de Gaza y Palestina. Sin duda, la pérdida de docentes y la demolición de instituciones educativas son consecuencias devastadoras que no se pueden pasar por alto.
En este contexto, USTEA se une a las múltiples voces que claman por justicia y paz para Palestina. La necesidad de terminar con el asedio y permitir la entrada de ayuda humanitaria es urgente. No podemos permanecer en silencio mientras se vulneran derechos fundamentales. Es un deber moral apoyar la lucha por la dignidad y los derechos del pueblo palestino, y abogar por un futuro donde la paz y la educación sean una realidad para todos.
Fuente: USTEA.
