En el ecléctico panorama culinario de Madrid, el Restaurante Krüger se erige como un pilar de la gastronomía alemana, ofreciendo a los comensales una auténtica experiencia bávara justo en el corazón de la ciudad. Situado en los bajos de la emblemática Plaza de España, este establecimiento no solo ha seducido a los paladares más exigentes durante más de 30 años, sino que ha consolidado su reputación como un auténtico viaje cultural a través de los sabores de Alemania, todo sin necesidad de salir de la capital española.
El restaurante, muy conocido por su inquebrantable fidelidad a la autenticidad, ha encandilado a críticos y clientes con su famoso codillo. Este plato clásico, alabado por ser el mejor de Madrid, se cocina meticulosamente de acuerdo con la receta tradicional: asado lento que produce una piel crujiente y una carne que se deshace en la boca. El codillo se sirve acompañado de un suculento chucrut y puré de patatas casero, transportando a los comensales a una taberna bávara típica.
El equipo de dirección del Krüger destaca que la experiencia va más allá de lo culinario: «Visitar el Krüger es como estar en una fiesta de la cerveza en Múnich», afirman, subrayando el enfoque integral que combina comida, cultura y celebración. La carta del restaurante es un reflejo de este compromiso con las raíces alemanas, ofreciendo una variedad de salchichas artesanales, desde la clásica Bratwurst hasta la especiada Currywurst berlinesa, pasando por escalopes vieneses y una selección de tablas de quesos y ahumados, ideales para compartir.
Para los más golosos, el menú de postres caseros ofrece el irresistible Apfelstrudel, dulzura que complementa a la perfección el festín alemán. La oferta no estaría completa sin una robusta carta de cervezas importadas, servidas en jarras tradicionales de barro o cristal, que encapsulan el espíritu festivo de la cultura cervecera alemana.
El ambiente del Restaurante Krüger, con su decoración de madera tallada y amplias salas, proporciona el marco perfecto para todo tipo de encuentros, ya sean cenas íntimas o grandes eventos empresariales. Y, aunque el espíritu del Oktoberfest está presente durante todo el año, la atmósfera alcanza su máxima expresión con celebraciones continuas que evocan la esencia misma de este famoso festival.
En definitiva, el Krüger no es solo un lugar donde disfrutar de generosas raciones y cervezas excepcionales, sino un sitio donde se celebra la cultura alemana en cada rincón. Para aquellos apasionados por la tradición germana, el Restaurante Krüger sigue siendo una parada ineludible en el mapa gastronómico de Madrid.
