El pasado martes, la Confederación Hidrográfica del Júcar alertó sobre el desbordamiento de barrancos hacia el mediodía, manifestando una situación potencialmente peligrosa para las zonas aledañas. A pesar de la urgencia de la situación, el Centro de Coordinación de la Generalitat no se reunió hasta la tarde, retrasando la implementación de medidas de respuesta necesarias. Este desfase en la coordinación de la respuesta a la emergencia ha suscitado críticas por parte de la población afectada y plantea interrogantes sobre la eficiencia de los protocolos de actuación en situaciones de riesgo por fenómenos naturales.
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