La presencia del presidente de los Estados Unidos en un evento ha intensificado las medidas de seguridad, causando demoras en su inicio. Las autoridades han implementado estrictos controles para garantizar la seguridad de los asistentes, lo que ha generado cierta frustración entre los participantes y espectadores. El incremento en los dispositivos de seguridad es una respuesta a la importancia de la figura presidencial y refleja un cambio en la logística del evento.
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