Madrid experimentó un caos ferroviario en el día de Navidad debido a una incidencia en la estación de Chamartín, causando la detención de trenes de larga distancia y Alta Velocidad. Los pasajeros, que llevaban más de media hora varados, enfrentaron la posibilidad de perder conexiones de tren, vuelos y eventos familiares. Uno de los viajeros, José Luis, se quejó del retraso de casi una hora que lo obligaría a perder su conexión a Cáceres, extendiendo su viaje a 12 horas. Las autoridades informaron que intentarían solucionar el problema en aproximadamente 20 minutos, mientras los afectados expresaron su frustración por las interrupciones en sus planes navideños.
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