En una reunión celebrada el 19 de diciembre, Miguel Polo admitió que el organismo estatal correspondiente no emitió ninguna alerta respecto al incremento del caudal en el peligroso barranco que ocasionó diversos incidentes. Este reconocimiento pone de manifiesto una posible negligencia en los protocolos de actuación y alerta por parte de las autoridades, lo cual podría haber contribuido al impacto de la catástrofe. La falta de advertencias tempranas impidió que se tomaran medidas preventivas adecuadas, dejando expuestas a las comunidades afectadas.
Leer noticia completa en El Mundo.