En un experimento llevado a cabo en el sur de Francia, un jabalí llamado Phiphi desafió las expectativas al eludir a los cazadores humanos mediante una estrategia inusual. Equipado con un collar GPS, Phiphi eligió descansar en áreas aparentemente expuestas, como helechos y setos, en lugar de refugiarse en bosques densos, pasando desapercibido. Este comportamiento desarrollado a lo largo de dos años demostró ser efectivo, ya que logró prosperar en un entorno con caza frecuente, aumentando su peso significativamente. Su habilidad para esconderse en sitios anodinos desafía el prejuicio común sobre su conducta predilecta de huir al bosque cerrado. La señal del collar se perdió, y Phiphi fue encontrado y cazado en Boussac, en uno de sus refugios preferidos.
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