Investigadores han utilizado la tecnología CRISPR para identificar una proteína cuya sobreexpresión está vinculada con la trisomía 21 y las cardiopatías congénitas. Este avance podría facilitar la comprensión de los mecanismos biológicos que subyacen a estos trastornos y abrir nuevas vías para el desarrollo de tratamientos más específicos. El hallazgo destaca el potencial de CRISPR como herramienta clave en la investigación genética y médica.
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